Qué es una crisis de angustia.
Una crisis de angustia es un estado en el que la persona padece una serie de síntomas físicos, que le llevan a pensar en la pérdida de control de sí mismo, así como que el curso de los mismos pueden desembocar en la muerte.
Estas crisis de angustia se producen a consecuencia de un círculo de pensamientos negativos (miedos, preocupaciones, inseguridades) que son los desencadenantes de la sintomatología ansiosa ente un hecho o incidente de nuestra vida.
Los síntomas de ansiedad más visibles ante estas crisis son:
- mareos
- temblores o sacudidas
- falta de aliento (disnea) o sensación de ahogo
- sofocos, acaloramiento
- náuseas o molestias abdominales
- sensación de pérdida de consciencia
- miedo a volverse loco o a perder el control
- parestesias o adormecimiento y sensaciones de cosquilleo
- escalofríos, …
Cómo se produce una crisis de angustia.
A consecuencia de los síntomas de ansiedad experimentados, el individuo inicia una interpretación catastrófica de su realidad y ello genera que los síntomas aumenten a la vez que los pensamientos negativos de sí mismo.
Estos pensamientos negativos crean más síntomas y así sucesivamente hasta llegar al momento del pánico, de la pérdida de control y del dominio de mí mismo, la respuesta de mi cuerpo y la de mi mente.
Cómo actuar ante una crisis de angustia
Lo esencial es que seamos capaces de confiar en nosotros mismos, que entendamos el proceso en el que nos encontramos y con ello demos inicio a racionalizar los pensamientos que nos invaden, así como al manejo de la respuesta fisiológica y las sensaciones corporales de tensión que se puedan manifestar.
La manera de actuar frente a este tipo de situaciones es tener en cuenta tres simples pasos para ser capaces de frenar los pensamientos negativos.
1. Identificar qué pensamientos aparecen en las crisis de angustia
Los pensamientos negativos que se producen en las crisis de angustia siempre están relacionados con el desencadenamiento de manera inminente un fallo grave en su estado físico.
Los pensamientos más característicos que se llegan a pensar durante estas crisis son:
Tengo mucho miedo
Me puedo desmayar
Mi cabeza va a explotar
Esto es un ataque cardíaco
Voy a tener un ataque cerebral
Voy a morir.
2. Identificar qué síntomas físicos hacen que aparezcan los pensamientos negativos.
Ante estos pensamientos catastrofistas sobre sí mismo aparecen una serie de síntomas físicos:
- Malestar general
- Mareos, náuseas
- El cuerpo no funciona bien
- Falta de control sobre el propio cuerpo
- Ansiedad
- Falta del aire
3. Razonamientos en contra de los pensamientos negativos.
Ante estas situaciones podemos razonar con evidencias en contra que desarman cada uno de los pensamientos negativos y ayudan a minimizar las crisis de angustia.
Algunas de estas evidencias en contra son:
- La ansiedad es una respuesta normal del organismo.
- Todo es producto de mis pensamientos
- Si me analizo en este momento realmente no ocurre nada
- Soy joven, estoy sano.
- Las crisis de angustia no son peligrosas.
- Es imposible desmayarse a causa de una crisis.
- Esto me ha pasado otras veces y nunca ha ocurrido nada catastrófico.
- Soy capaz de disminuir los síntomas al desviar la atención de mis pensamientos.
Así pues, es muy importante tratar de no asustarse demasiado y ser consciente de que lo que está ocurriendo es única y exclusivamente una crisis de angustia.
En cuanto sea posible, cuando estemos en una situación similar es importante utilizar técnicas de distracción, practicar la respiración lenta y aprovechar la ligera mejoría para pensar de manera lógica y racional acerca de lo sucedido.
Detrás de la misma encontraremos elementos de nuestra vida cotidiana, miedos, preocupaciones, inseguridades, etc. no resueltas, que precisan de atención.